¿EXISTE RELACIÓN ENTRE LA DEPILACIÓN LÁSER Y EL CÁNCER?

Hoy queremos explicar lo que las investigaciones dicen y dejar claro a aquellas personas que tienen dudas sobre si la depilación láser puede causar cáncer.

Desde hace décadas se utiliza la depilación láser en medicina. El láser Rubí fue desarrollado en la década de los 60 para aplicaciones dermatológicas, aunque enfocado para la eliminación del vello fue en 1994, y a fecha de hoy no se ha descrito ningún cáncer de piel ni de ningún otro órgano por depilación láser.

La depilación con láser tampoco ocasiona cáncer de mama. Aunque durante el tratamiento de depilación láser se detecte un bulto en la mama, esto no sería más que una de las maneras posibles de descubrir que existe, como puede ser en la mamografía rutinaria, palparlo al ducharse, porque molesta el sujetador y entre otras muchas, durante la depilación de la axila, por ejemplo.

Como hemos dicho más arriba hasta la fecha ninguna investigación ha encontrado que la energía de la luz de los láseres de depilación pueda causar cáncer.

Pero nada mejor que saber qué tipo de radicaciones pueden o no provocar un cáncer en nuestro organismo.

La radiación que puede causar cáncer es la que se conoce como radiación ionizante de alta frecuencia, como son los rayos X y los rayos gamma. Ambos tipos de radiación pueden provenir de fuentes naturales como el gas radón, y también puede provenir de la energía nuclear o de pruebas de diagnóstico por imagen como la tomografía computarizada, en la que se utilizan rayos X para obtener imágenes del interior del cuerpo.
La radiación ionizante puede causar daño directo al ADN de una célula y provocar la aparición de un cáncer con el tiempo.

En la depilación láser se utiliza radiación no ionizante.

Estos láseres no causan daño al ADN. Los pulsos de energía de luz que se utiliza en tratamientos de depilación láser sólo están diseñados para calentar y destruir los folículos pilosos.
Además, la energía de la luz de estos láseres es superficial, es decir que se mantiene en el nivel de la piel, con una penetración baja. La luz utilizada no penetra más allá de las profundidades del folículo piloso por lo que los órganos internos no pueden verse afectados.
Con esto queremos aclarar que hasta la fecha la relación láser – cáncer no se ha detectado.