Tan importante es que un láser sea potente e intenso como que esa máquina entregue la energía en un espacio de tiempo determinado, estando todo ello muy relacionado.
Láseres de baja y media potencia entregan la energía en largos espacios de tiempo, lo que se conoce por pulsos largos (por encima de 50 milisegundos), y si entregan algo de energía en pulsos cortos (por debajo de 50 milisegundos) la energía es escasa e ineficiente en el tiempo. Láseres de baja potencia, sí tienen pulsos cortos, pero a cambio tienen muy poca energía en esos pulsos (8, 10, 12, 14 julios como máximo). Por tanto, no depilan a medio y largo plazo.
Lo óptimo sería que en pulsos de entre 15 y 30 milisegundos el láser nos entregara de 20 julios en adelante. Nuestra máquina Sapphire entrega en pulsos cortos, por ejemplo en 30 milisegundos, hasta 60 julios de potencia.
Hay más tipos de láser: neodmio Yag, alejandrita, candela, rubí… pero a día de hoy por la experiencia obtenida el más versátil y de mejores resultados es el de diodo y que sea de buena calidad, claro.
También queremos recordar que la depilación láser no solo es una cuestión estética, sino médica. Elimina o minimiza foliculitis, fístulas sacras, hirsutismo…